Hoja repartida en Correos de Premià de Dalt


Desde hace mucho tiempo, los trabajadores de Correos nos vemos obligados a trabajar en unas condiciones cada vez más pésimas, que muy a nuestro pesar,no sólo nos afectan a nosotros sino que redundan en los usuarios, esto es, todos y cada uno de los ciudadanos. El servicio empeora por mulitud de razones; bajas que o no se cubren o quetardan semanas en hacerlo, con las vacaciones sucede muchas veces lo mismo. En otros casos nos encontramos con barrios que no se han dimensionado acertadamente o hace años que no se "retocan", sin tener en cuenta el crecimiento de la población en una zona determinada. A todo ello podemos sumar las cargas de trabajo que cada vez más a menudo nos agobian, tales como son las notificaciones, en especial las multas de tráfico, que como todos hemos podido comprobar, no hacen más que aumentar con el tiempo. Esta situación hace que el servicio que se da al ciudadano se vaya deteriorando, pues no se pueden atender todas las tareas eficientemente cuando el trabajo nos agobia. Es difícil que todas las cartas ordinarias lleguen excelentemente embuzonadas a su destino, cumplimentar los acuses de recibo y los avisos sin ningún fallo, subir y bajar escaleras, esperar a que el destinatario encuentre el DNI - si lo encuentra- cuando se va hasta el cuello de trabajo. Lo normal es que se haga todo, pero cometiendo errores y por tanto, dando un servicio pobre o que no se puedan asumir todas las tareas, con lo que los usuarios también se ven perjudicados al no recibir su correspondencia al día. Esa es la imagen que llega al público y que interesa que llegue, es que Correos funciona mal, y no sólo eso, sino que funciona mal porqué no es una empresa privada. Los que trabajamos aquí y los que han trabajado saben que nada más lejos de la realidad, pues los motivos por los que estaempresa no cumple con su cometido, son únicamente achacables a quienes la dirijen y quienespermiten que esto siga funcionando así, léases políticos de uno y otro color. Cada año, loscarteros son los trabajadores del Estado -aunque no todos seamos funcionarios- mejor valoradospor los ciudadanos, noticia que bien se encarga la empresa de cacarear y airear, orgullosa de sus empleados, los mismos a los que maltrata, explota, ignora, engaña y condena a sueldosde miseria. Por estas y más razones no podemos quedarnos de brazos cruzados. Hemos de movilizarnos por un correo públicode calidad, por dar un servicio eficiente del que estemos todos orgullosos, ciudadanos y empleados, por un aumento salarial que nos permita llevar una vida no mejor, pero al menos más digna. Todo ello empieza por uno mismo, por convencerse de que lo que se exige no es ni malo ni imposible, sino justo y perfectamente asumible -no olvidemoslos beneficios que año tras año obtiene la empresa a costa de sueldos míseros y de ahorrarse contrataciones-. De ahí, que todas las carterías estén concienciadas de que sus problemas son los mismos o parecidos a los que tenemos los demás, portanto, eso debe unirnos a la hora de exigir y reclamar mejoras. Finalmente, entre todos hemos de plantarnos frente a laempresa y los sindicatos, gritarles a la cara que les guste o no, esto es lo que queremos. Sólo en ese momento, cuandovean que existe unión y voluntad por parte de todos de cambiar el rumbo, se verán obligados a hacer caso a nuestrasdemandas. Así que ya sabéis, empezad por convenceros vosotros mismos. No pedimos la luna, pero si todos nos uniéramosseguro que la conseguiríamos.