En lucha por unas pensiones dignas

El Maresme unido en defensa de las pensiones.

En el marco de la jornada de lucha, que desde la Confederación Nacional del Trabajo se está impulsando en defensa de las pensiones y contra cualquier recorte o reforma de las mismas, los sindicatos de la Comarcal del  Maresme de la CNT de  Premià y Pineda decidimos realizar, la mañana del 25 de septiembre, una concentración frente a las puertas de la Delegación Comarcal de la Seguridad Social, a la cual también se unieron compañeros del sindicato de Mataró.


En la concentración, que  dio comienzo a las diez de la mañana, se desplegó una pancarta con el lema “EN LUCHA POR UNAS PENSIONES DIGNAS”  y se repartieron dípticos informativos a las personas  que accedían al recinto.

La jornada transcurrió sin incidentes, aún y el amplísimo dispositivo policial que había desplegado a nuestro alrededor.

Concentración por unas pensiones dignas

En el marco de la jornada de lucha, que desde la Confederación Nacional del Trabajo se está impulsando en defensa de las pensiones y contra cualquier recorte o reforma de las mismas, la Federación Comarcal del Maresme de la CNT-AIT organiza, el próximo miércoles 25 de setiembre a las 10:00h, una concentración frente a la Delegación Comarcal de la Seguridad Social, situada en la calle Jaume Balmes 34, de Mataró. 

La CNT ante la nueva Reforma de las Pensiones 
En el contexto actual el pensamiento en colmena nos lleva a la crítica simplista de los recortes en las pensiones “públicas”, desde el punto de vista de la defensa de las mismas, frente a las privadas. El debate no está siendo bien enfocado, ya que no se trata de una dicotomía entre pensiones públicas o privadas, sino entre que el control sobre nuestra vejez lo tenga el Estado o las empresas privadas. Este marco de protestas reduccionista lo están poniendo los grupos políticos de izquierdas, defensores del papel Estatal como modo de conservar sus privilegios. Es necesaria la memoria histórica para comprender esa tercera vía que ninguno de ellos quiere ni tan siquiera mencionar, donde los propios trabajadores organizados gestionemos la salud y las necesidades colectivas sociales.
Mucha gente se está echando las manos a la cabeza por lo que supone la nueva Reforma de las Pensiones. Somos muchos los que vemos alejarse la hora de la jubilación, y somos muchos también los que ni siquiera la vemos como una posibilidad remota. También sabemos que las cuantías que recibamos van a reducirse y que se va a beneficiar al negocio privado de las pensiones. En realidad es algo que se podía intuir, ya que no es la primera, ni seguramente será la última Reforma de las Pensiones.
Las modificaciones de 1985, 1997, 2002, 2006 y 2011 han llevado una línea clara: retrasar la edad de jubilación, fomentar que la gente siga trabajando después de la misma y apoyar el negocio redondo de la Pensiones Privadas, a través de desgravaciones fiscales. Aunque en estos años se han creado pensiones de miseria, muy similares a la caridad cristiana, pero a través de la contribución obligatoria vía impuestos, en general la situación ha ido a peor. La clave del por qué éstos recortes en las condiciones sociales es la nula fuerza de la clase trabajadora, totalmente desmovilizada, para enfrentarlos.

CLAVES HISTÓRICAS PARA COMPRENDER LA SITUACIÓN ACTUAL:
El Sistema Público de Pensiones no es un invento de hace dos días. Si en Europa se implanta el sistema de Seguridad Social Bismarckiano a mediados del siglo XIX, en España no es hasta el año 1908 cuando se crea el Instituto Nacional de Previsión, que pretendía diseñar un modelo de pensión de vejez, en un régimen de afiliación libre, subvencionado por el Estado y dependiente del mismo. Desde ese momento, el modelo fue evolucionando y ampliando servicios, a costa de ampliar las aportaciones patronales y de los obreros, en un principio libremente, pero más tarde de manera obligatoria. La clase trabajadora en general desconfió de esta medida.
Ahora bien, no podemos dejar de lado el contexto en el que se daban estas supuestas mejoras a la clase trabajadora, que era precisamente un momento de alta conflictividad social, y sobre todo de gran organización obrera, que, aunque insuficientes, mantenía sistemas de solidaridad para mantener a los trabajadores en casos de vejez, accidentes u otros eventos inesperados. Los gremios, las casas de socorro, las mutuas obreras, las bolsas de trabajo y finalmente los sindicatos, daban solución en gran parte a lo que conocemos como Seguridad Social, y de ahí su nombre, "social" que no "estatal". En realidad, el Estado y la Patronal quitaron el control de la solidaridad a los obreros que perdían así la capacidad de decisión sobre su pensión, a cambio de financiar ellos mismos su propia paga de vejez: Patrón y Estado obtenían el dinero de las cuotas que ingresaban a costa del esfuerzo de los trabajadores. De hecho sistemas de pensiones estatales comenzaron sin cotización directa del trabajador ya que al fin y al cabo lo que aporte tanto el Estado como la patronal es riqueza enajenada a los trabajadores.


¿Y AHORA QUÉ?
Es evidente que el Estado tiene herramientas suficientes para que la caja común de las pensiones no se rompa. Es evidente también que la única manera de que el Estado no desmantele las pensiones es que haya una respuesta social suficientemente potente como para mantener el sistema de pensiones. Pero desde CNT entendemos que es más importante ir a la raíz del problema para poder llegar a una solución.
En primer lugar, hay que ser conscientes, como hemos comentado, que el Sistema de Pensiones se sustenta a través del esfuerzo diario de la clase obrera. La dotación económica de la caja común parte: de las cotizaciones empresariales, cada vez más bajas y que salen directamente de la explotación de los trabajadores; de los impuestos, cada vez más injustos, que nos roba cada día el Estado; más las cotizaciones forzosas de los trabajadores a la Seguridad Social.
En segundo lugar, visto que el problema es la explotación de la clase obrera por quienes ostentan el Poder, hay que comprender que la única lucha que nos llevará a cambiar las cosas, será la que esté libre de injerencias de los políticos, que sólo buscan encaramarse al Poder. Por tanto, no debemos hacer seguidismo de las consignas de Partidos y Sindicatos Oficiales, no debemos dejarnos llevar como ovejas al matadero electoral, sino que tenemos que generar planteamientos propios, que salgan del marco de propuestas establecido, que sólo nos lleva al callejón sin salida de cambiarlo todo para que nada cambie.
En esta línea, desde la CNT siempre nos hemos opuesto a la intervención del Estado en la solución de los problemas de la clase trabajadora, porque precisamente es uno de los causantes de nuestros males. Nos oponemos también por coherencia a la intervención del Estado en los cuidados de nuestra vejez. Sin embargo mientras no recompongamos un movimiento obrero capaz de tomar el control y proporcionar una cobertura social a todas las personas, nos tocará defender lo que tenemos contra los recortes en las condiciones laborales y de vida, en este caso las pensiones.

NO HAY FUTURO SIN PRESENTE
No podemos olvidarnos de reconstruir herramientas que nos permitan tener una vejez segura, que dependan sólo de nosotros/as mismos/as, es decir, de los/as trabajadores/as libremente asociados. El pacto de apoyo mutuo y solidaridad que nos une a las personas que formamos la CNT, debe ser la base para un futuro de pensiones de control obrero. Un sistema basado en la solidaridad, el apoyo mutuo y la libre federación de comunidades libres. Mientras parte de la lucha está en tomar el control social de los sistemas públicos de protección social, apostando por su autogestión y democratización por parte de los propios trabajadores, usuarios y la colectividad en general.
Es la lucha la que nos da lo que la ley nos quita, y en última instancia es destruir por completo el sistema establecido para cambiarlo por otro que nos valga, lo que nos permitiría pasar la tercera edad con tranquilidad y buena salud.
Secretariado Permanente del Comité Confederal de CNT-AIT

Cooperativa de pinturas " La Igualtat"


Os anunciamos la creación de una cooperativa de pintura por parte de unos compañeros del sindicato.intentando llevar a cabo nuestro ideal de autogestión y emancipación.

 

La CNT davant la nova Reforma de les Pensions.

Molta gent s’està tirant les mans al cap pel que suposa la nova Reforma de les Pensions. Som molts els que veiem allunyar-se l’hora de la jubilació, i som molts també els que ni tan sols la veiem com una possibilitat remota. També sabem que les quanties que rebem van a reduir-se i que es va a beneficiar el negoci privat de les pensions. En realitat és alguna cosa que es podia intuir, ja que no és la primera, ni segurament serà l’última Reforma de les Pensions.

Les modificacions de 1985, 1997, 2002, 2006 i 2011 han portat una línia clara: retardar l’edat de jubilació, fomentar que la gent seguisca treballant després de la mateixa i recolzar el negoci redó de les Pensions, a través de desgravaments fiscals. Encara que en aquests anys s’han creat pensions de misèria, molt similars a la caritat cristiana, però a través de la contribució obligatòria mitjançant impostos, en general la situació ha anat a pitjor. La clau del “perquè?” aquestes retallades en les condicions socials és la nul·la força de la classe treballadora, totalment desmobilitzada, per a enfrontar-los.

El Sistema Públic de Pensions no és un invent de fa dos dies. Si, a Europa s’implanta el sistema de Seguretat Social “Bismarckiano” a mitjan segle XIX, a Espanya no és fins a l’any 1908 quan es crea l’Institut Nacional de Previsió, que pretenia dissenyar un model de pensió de vellesa, en un règim d’afiliació lliure, subvencionat per l’Estat i dependent del mateix. Des d’aqueix moment, el model va ser evolucionant i ampliant serveis, a costa d’ampliar les aportacions patronals i dels obrers, al principi lliurement, però més tard de manera obligatòria. La classe treballadora en general va desconfiar d’aquesta mesura.

Ara bé, no podem deixar de costat el context en el qual es donaven aquestes suposades millores a la classe treballadora, que era precisament un moment d’alta conflictivitat social, i sobretot de gran organització obrera, que encara que insuficients, mantenia sistemes de solidaritat per a mantenir als treballadors en casos de vellesa, accidents o altres esdeveniments inesperats. En realitat, l’Estat estava llevant el control de la solidaritat als obrers i li estava oferint engrunes que aplacaren la seua ràbia. Cal destacar que finalment, l’obrer perdia la capacitat de decisió sobre la seua pensió, a canvi de finançar ell mateix la seua pròpia paga de vellesa: Patró i Estat obtenien els diners de les quotes que ingressaven a costa de l’esforç dels treballadors i treballadores.

En el context actual el pensament en rusc ens porta a la crítica simplista de les retallades en les pensions “públiques”, des del punt de vista de la defensa de les mateixes, enfront de les privades. El debat no està sent ben enfocat, ja que no es tracta d’una dicotomia entre pensions públiques o privades, sinó entre que el control sobre la nostra vellesa ho tinga l’Estat o les empreses privades. Aquest marc de protestes ho estan posant els grups polítics d’esquerres, defensors del paper Estatal com a manera de conservar els seus privilegis, enfront de la burgesia de tota la vida, partidària que qui té les riqueses es quede amb elles. És evident que l’Estat té eines suficients perquè la caixa comuna de les pensions no es trenque. És evident també que l’única manera que l’Estat es pose a arreglar el tema de les pensions, és que hi haja una resposta social que li done la suficient por com per a donar-nos almoines oficials. Però des de la CNT entenem que és més important anar a l’arrel del problema per a poder arribar a una solució.

En primer lloc, cal ser conscients, com hem comentat, que el Sistema de Pensions es sustenta a través de l’esforç diari de la classe obrera. La dotació econòmica de la caixa comuna part: de les cotitzacions empresarials, cada vegada més baixes i que ixen directament de l’explotació dels treballadors; dels impostos, cada vegada més injusts, que ens roba cada dia l’Estat; a més, els treballadors posem també una part del nostre salari, per si no fos poc. És a dir, les coses estan com els inicis del segle XX, ja que som els treballadors i treballadores els únics que paguem, ja que les altres dues entitats col·laboradores, empresaris i Estat, no són més que uns paràsits que s’aprofiten de l’esforç d’uns altres.

En segon lloc, vist que el problema és l’explotació de la classe obrera per els qui ostenten el Poder, cal comprendre que l’única lluita que ens portarà a canviar les coses, serà la que estiga lliure d’ingerències dels polítics, que només cerquen encimbellar-se al Poder. Per tant, no hem de fer seguidisme de les consignes de Partits i Sindicats Oficials, no hem de deixar-nos portar com a ovelles a l’escorxador electoral, sinó que hem de generar plantejaments propis, que isquen del marc de protestes establides, que només ens porta a l’atzucac de canviar-ho tot per a què res canvie. En aquesta línia, des de la CNT sempre ens hem oposat a la intervenció de l’Estat en la solució dels problemes de la classe treballadora, perquè precisament és un dels causants dels nostres mals. Ens oposem també per coherència a la intervenció de l’Estat en les cures de la nostra vellesa. Deguem per tant, començar a construir eines que ens permeten tenir una vellesa segura, que depenguen només de nosaltres mateixes. El pacte de suport mutu i solidaritat que ens uneix a les persones que formem la CNT, ha de ser la base per a un futur de pensions de control obrer. A més, hem de lluitar per destruir per complet el sistema establert, per a canviar-ho per un altre que ens valga, basat en la solidaritat, el suport mutu i la lliure federació de comunitats lliures, que ens permeta passar la tercera edat amb tranquil·litat i bona salut.

Aquesta és l’única proposta coherent que podem donar des de la CNT: que l’Estat i la Patronal es dissolguen i lliuren les armes. Si volen reformar el Sistema de pensions al nostre favor, que ho facen com vulguen. Només podem apuntar que no estaria malament retrocedir uns anys i baixar l’edat de jubilació, augmentar les cotitzacions empresarials…Ara bé, només ho faran si es senten amenaçats, i li’l lliuraran en safata a qui vulga asseure’s al seu costat en el banquet del Pacte de Toledo, una taula en la qual nosaltres no estarem.

Només queda posar-se a treballar, a la defensiva, contra les retallades en les condicions laborals i de vida, i a l’ofensiva, estenent en la consciència social que un altre món és possible. Només queda, per tant, organitzar-se i lluitar.
 
Extraido de: http://valldalbaidacnt.blogspot.com.es/