Justo el día que los mineros se manifestaban
por las calles de Madrid (y eran golpeados por señoras y señores policías), el
presidente del gobierno anunciaba más medidas en contra y en perjuicio de la
inmensa mayoría de la población, esto es, los trabajadores y trabajadoras, sus
familias, sus hijos, abuelos y personas que dependen de ellos.
Un minero aparecía ante las cámaras y
aseguraba que esto iba a ser “la guerra”. Al parecer, la “marcha negra” de los trabajadores del carbón, es la única que se ha
enterado que el maldito juego democrático va en serio, y que la abyecta casta
de políticos no va a cejar en su empeño de deslegitimar luchas, recortar
derechos, reducir salarios, encarecer el precio que pagamos por los
medicamentos, aumentar jornadas laborales, facilitar despidos y subir los
impuestos a los que menos tienen. El guión lo tienen escrito hace tiempo en
Bruselas y en Madrid, y no termina nada bien para nosotr@s, pues aprovechándose
de la pasividad, el miedo, la desinformación y la escasa conciencia de clase, van
a seguir despojándonos de aquello que gracias a la lucha, esfuerzo y sacrificio
de muchos otros, hemos podido disfrutar y otros apenas saborear. O marchamos juntos, como el ejemplo que
nos han dado los mineros, unidos y conscientes y orgullosos de lo que somos y
lo que queremos, o sólo nos queda esperar ante la televisión una nueva pérdida
de derechos.Los políticos que aplaudían (PP) y quienes les abucheaban (PSOE y
resto) en el Congreso el día 11 de julio no tienen nuestros problemas, no están
en el paro, no hay ningún desahuciadoy tampoco los vemos viajar en transporte
público, además de que sus hijos tampoco van a la escuela pública con los
nuestros. “Es lo que hay” vociferan algunos compañeros en nuestros puestos de
trabajo, como si lo que nos viene estuviera marcado por el destino inevitable, el
problema es que ni ellos, ni los partidos políticos ni los medios de
comunicación van a quitarnos las ganas de luchar, de defendernos y por último,
de marchar por una sociedad más
justa.
La próxima vez quizás nos quiten
el derecho a cobrar unos meses de paro, o a ser atendidos en un hospital, o
costearte el 100% de todas las medicinas cuando más enfermo te encuentres;
quizás no puedas pagar la gasolina y el transporte público todavía sea más caro
o definitivamente, estudiar esté vetado para tus hij@s. Hasta ese momento,
algunas de las medidas tomadas el pasado 11 de julio son las siguientes:
-
Descenso en la prestación por desempleo: A partir del 7º mes en paro
en lugar de cobrar el 60% de la base de cotización, se cobrará el 50%.
-
Eliminación de la paga extra de Navidad a los empleados públicos: Esto
supone rebajar el sueldo un 7% este año, para gente que cobran apenas 1000€.
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Subida del IVA: El tipo reducido pasa del 8 al 10%, y el general del
18 al 21%.
-
Reducción de los días de asuntos propios funcionarios: Muchos no saben
que estos días nacieron en su tiempo para compensar el escaso poder adquisitivo
de los funcionarios, sometidos a congelaciones salariales casi constantes.
-
Rebaja de las cotizaciones sociales: Bajarán un punto en 2013 y otro
en 2014. De esta manera, el fondo de la Seguridad Social se verá mermado.
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