Salud compañeras y compañeros:
Empezamos este escrito con una rotunda protesta por el trato que se nos da en esta empresa. No es de recibo tratar a los trabajadores de esta forma. Mientras la empresa y las organizaciones oficiales mantienen a la plantilla con el alma encogida, la gente esta del periódico en red, SEAT Hoy, nos apabulla con campañas de buena imagen, de motivación en el trabajo, de entusiasmo sin límites, de restauración de espacios de la fábrica… para tener un ambiente de trabajo de calidad.
Digo yo que ¿Cómo se casará eso con la amenaza continua y con el ambiente de tensión que ello genera? ¿Cómo nos van a motivar mientras se mantienen en la calle a una gran cantidad de los compañeros despedidos (250), incluso a los que han recibido una sentencia judicial de nulidad del despido? ¿Y despidiendo a personas, para readmitirlos con pérdida de derechos y dinero? ¿Qué nombre le damos a eso?
Pero, ¿qué se creen unos y otros? ¿Piensan que somos trozos de hierro o pobres robots dirigidos a distancia por la voz de su amo? ¿O gente estúpida a la que se les puede llevar por donde se quiera, según sople el viento?
Después del resultado de las elecciones, en las que gran parte de la plantilla han aplaudido y apoyado la confección de listas de despidos, que han dado carta blanca al principal gestor de esos despidos, desembocamos en la situación derivada de dicho resultado:
Se afianza la relación laboral basada en el pacto y la sumisión, con una exigua relación de fuerzas que, como se va viendo, perjudica los intereses de los trabajadores; manteniéndonos bajo el capricho y la unilateralidad de la empresa. El Comité de Empresa es un figurón inservible.
Se ha mostrado de forma fehaciente el rechazo de una gran parte de la plantilla a este tipo de relación laboral; pues han castigado a una de las organizaciones firmantes de los despidos, la abstención ha subido y el voto nulo ha sido lo suficientemente patente como para que no puedan ser escondidos. Es decir, una clara división de la plantilla. Justo lo que buscan los que nos manejan.
Solo falta que ese rechazo no quede en una rabieta y los trabajadores vayamos, poco a poco pero con firmeza, recuperando nuestra capacidad de crítica constructiva, nuestra moral y valentía para exigir a aquellos que dais vuestro voto, los que seguís el camino del voto, que cumplan con su misión de defensa de sus representados y los que nos abstenemos y mostramos que nuestro camino es otro, no dejar que la abstención sea sinónimo de dejadez, sino una abstención activa y crítica, que sea capaz de mostrar la eficacia de la acción directa, en lugar de los delegados perpetuos. Eliminemos los privilegios y no se despedirán trabajadores con tanta tranquilidad.
Mantener el votar y callar nos lleva al último culebrón destapado, cuando no a cosas peores como las sufridas a final del 2005. El rabiosamente anunciado nuevo ERE de 5 días, como una forma de imposición de la empresa. Una decisión más coercitiva, prepotente y previamente pasteleada en reuniones al margen del Comité. ¡Pues vaya con los demócratas, que se saltan hasta sus propias instituciones, cuando les interesa! ¿Votar? Ja, ja, ja.
Y, como siempre, la SEAT en el candelero, en los medios de comunicación y siempre para mal. ¡Lo raro es que aún vendamos algún coche, con estos directivos de tan raro hacer!
Son demasiados años de mentiras y coacción. Ya basta de campañas falsas de motivación, de palabras bonitas, de hablar de conciliación de vida familiar y laboral, de que tenéis en cuenta la opinión de los trabajadores. ¡Más hechos y menos palabrería!
Los trabajadores hemos demostrado sobradamente que somos capaces de cumplir nuestra parte. ¿Qué van a hacer los directivos? Os damos alguna idea, pues parece que las necesitan:
- Despedidos adentro ¡YA!
- Gestión planificada de una producción adecuada a nuestra empresa. Ya vale de probatinas e inventos que solo sirven para poner en peligro nuestro puesto de trabajo y la propia Seat.
- Respeto por las personas. No somos máquinas de las que se prescinde cuando son viejas o se cambian por otras más modernas.
- Adecuar de una vez por todas la plantilla. Estamos hartos de que vayáis inflando y desinflando el número de trabajadores, aplicando métodos traumáticos, mostrando así una falta total de previsión y de escrúpulos.
- En resumen, convertid en hechos vuestras palabras rimbombantes y a lo mejor llega el momento que los trabajadores confiemos en vosotros y estemos motivados de por sí; sin mentiras estúpidas que, desde luego logran muchos efectos, pero todos contrarios a un buen clima de trabajo y nunca motivan.
Saludos anarcosindicalistas.
Martorell, 6 de febrero 2007 Sección sindical de CNT SEAT Martorell
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