Sección Sindical de CNT en Correos (Barcelona)
Bajas que no se cubren, aun sabiendo desde el primer momento que van a ser largas debido a la gravedad de la enfermedad que se ha diagnosticado.
Plazas vacantes desde hace meses porque la persona titular se ha jubilado o se ha trasladado a otro Ministerio.
Nóminas que llegan tarde a las oficinas, en algunos casos, 3 semanas después de lo que deberían.
Desplazamiento y concentración forzada de carterías en una única oficina, con lo que ello conlleva en pueblos pequeños como la pérdida de cercanía, el contacto con la gente y por tanto, redundan en un deterioro en la calidad del servicio. Además, a ello hay que añadir el aumento del riesgo para nuestra salud en plena pandemia, en plena sexta ola, cuando lo que se recomienda es reducir al máximo los contactos y la menor densidad de personas en un mismo espacio.
Y para rematar, la imposición de un nuevo modelo organizativo en las unidades de distribución, sin consultar con las personas afectadas, sin apenas tiempo para asimilar, comprender y asumir las razones de ese cambio, que para terminarlo de empeorar, se ha realizado en plena campaña navideña, cuando el volumen de trabajo es más elevado y que nos han ofrecido la visión en algunas carterías de compañeras y compañeros trabajando directa y literalmente en el suelo.
Esto es una parte, importante y destacable de lo que se ha demostrado y se seguirá demostrando como un fracaso generalizado si no ponemos remedio, y es una falta de respeto y consideración a quienes realmente damos, aportamos y creamos valor, que somos quienes trabajamos cada día en Correos. El modelo sindical instaurado hasta la fecha se ha demostrado inútil, con personas que se reúnen y deciden en un despacho y que hace años que no pisan una cartería ni conocen las problemáticas cotidianas a las que nos enfrentamos. Quienes sabemos más de nuestras necesidades, inquietudes y exigencias somos nosotros y qué deberíamos cambiar y mejorar sólo lo sabemos nosotras. Por ese motivo animamos al resto de la plantilla a unirse, organizarse y comprometerse en sus carterías, centros y oficinas, pues es la única forma de defender las verdaderas necesidades, para evitar que decisiones injustas se impongan muchas veces sin lógica ni sentido ni mucho menos voluntad de seguir prestando un servicio público.
Las secciones sindicales son a nuestro entender la mejor manera para tejer complicidades, pues es ahí donde cada miembro puede aportar su experiencia, su conocimiento y combatividad para llevar a cabo las acciones que nos permitan trabajar en mejores condiciones. Cada persona en su puesto de trabajo, ya sea en su furgoneta, con su moto, con su carro o atendiendo al público sabe cuáles son sus dificultades, basta ponerlas en común y compartirlas pues sin ninguna duda serán las de la mayoría. Si queremos avanzar, necesitamos acción, pero sin unión, jamás tendremos la fuerza suficiente.
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